
Así pensaba el agua de río. Y, como quería ser fuego, decidió escribir una carta a Dios para pedir que cambiara su identidad.
“Querido Dios: Tú me hiciste agua. Pero quiero decirte con todo respeto que me he cansado de ser transparente. Prefiero el color rojo para mí. Desearía ser fuego. ¿Puede ser? Tú mismo, Señor, te identificaste con la zarza ardiente y dijiste que habías venido a poner fuego a la tierra. Creo que comprenderás mi deseo. No es un simple capricho. Yo necesito este cambio para mi realización personal….”.
El agua salía todas las mañanas a su orilla para ver si llegaba la respuesta de Dios.
Una tarde pasó una lancha muy blanca y dejó caer al agua un sobre muy rojo.
El agua lo abrió y leyó: “Querida hija: me apresuro a contestar tu carta. Parece que te has cansado de ser agua. Yo lo siento mucho porque no eres una agua cualquiera. Tu abuela fue la que me bautizó en el Jordán, y yo te tenía destinada a caer sobre la cabeza de muchos niños. Tú preparas el camino del fuego. Mi Espíritu no baja a nadie que no haya sido lavado por ti. El agua siempre es primero que el fuego…”
Mientras el agua estaba absorta leyendo la carta, Dios bajó a su lado y la contempló en silencio. El agua se miró a sí misma y vio el rostro de Dios reflejado en ella. Y Dios seguía sonriendo esperando una respuesta.
El agua comprendió que el privilegio de reflejar el rostro de Dios sólo lo tiene el agua limpia…. Suspiró y dijo: “Si, Señor, seguiré siendo agua. Seguiré siendo tu espejo. Gracias”.
La Biblia está llena de ejemplos
Moisés que se sentía incapaz de expresarse apropiadamente, Bartimeo despreciado por ser ladrón, Pedro que era un simple pescador, una prostituta rechazada por la sociedad en que vivía así como ellos, hay muchísimos ejemplos de personas que sus vidas fueron transformadas a pesar de lo que eran. Dios es quien transforma nuestras vidas y en sus manos nos convertimos en tesoros inigualables…
Romanos 12:2
..sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Muy bueno!!..
ResponderEliminares importante saber que como Dios nos hizo a su imagen y semejanza, somos perfectos para él.
hay q cumplir el deseo y voluntad de Dios para realizar el proposito en la tierra
Dios es quien transforma nuestras vidas y en sus manos nos convertimos en tesoros inigualables................................................... :)
ResponderEliminarSimplemente.... Qué hermosa reflexión!!!. También quiero reflejar el rostro de Dios
ResponderEliminarEstá hermosa esta reflexión... Lo ideal es que todos podamos comprender nuestras habilidades y talentos, estar pendientes de nuestras labores y ante todo!! disfrutar al máximo quienes somos...
ResponderEliminarJCP
Somos hijos de Dios y el no escogió para hacer parte de su obra..somo afortunados de ser sus hijos porque por fe el nos limpio y nos hizo muevas personas..Bendito seas!
ResponderEliminarvoluntad de Dios agradable y PERFECTA!!!!
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